CONFÍE EN LA CIENCIA: Lancet Countdown Sudamérica emite su primer informe sobre Salud y Cambio Climático para la región.

Este informe inaugural de la LCSA se centra en (i) las amenazas inmediatas para la salud que plantea el cambio climático en Sudamérica (SA), (ii) los limitados planes de adaptación sanitaria desarrollados en la región, (iii) nuestra necesidad de acelerar los esfuerzos hacia la carrera hacia un futuro saludable, sostenible y de cero emisiones de carbono y (iv) la brecha financiera existente para hacer frente a la carga del cambio climático sobre la salud en SA.

El reporte representa la colaboración y el trabajo de 28 investigadores que pertenecen a 21 instituciones académicas y agencias de la ONU incluidas la Organización Panamericana de la Salud, iniciativa dirigida por el Centro Latinoamericano de Excelencia en Cambio Climático y Salud (CLIMA) de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Este reporte abarca 25 indicadores que incluyen metodologías que permite monitorear el impacto de las temperaturas extremas en la inseguridad alimentaria, la contaminación del aire en los hogares y la alineación de la industria de los combustibles fósiles con un futuro saludable.

El informe no solo destaca la importancia de comprender las vías de exposición a los riesgos climáticos para diseñar planes y políticas eficaces de adaptación y mitigación; sino que también subraya cómo el cambio climático ya está causando estragos en la salud de las poblaciones sudamericanas, especialmente entre las comunidades vulnerables.

  • En los últimos diez años, las poblaciones de todos los países de la región han visto su salud cada vez más afectada por los peligros relacionados con el cambio climático. Esta tendencia no hará más que continuar si no se toman medidas inmediatas de mitigación y adaptación al cambio climático.

  • Comprender, evaluar y hacer un seguimiento de los impactos en salud del cambio climático y de los beneficios colaterales para la salud de las acciones climáticas es fundamental para el desarrollo de planes y políticas de adaptación que puedan proteger la salud de la población sudamericana.

  • SA debe continuar y acelerar los esfuerzos para mitigar sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), reducir el cambio de uso del suelo vinculado a la deforestación, descarbonizar su sistema energético y de transporte, y aumentar su uso y producción de energías renovables. Hacerlo no solo ayudará a la región a cumplir sus compromisos en virtud del Acuerdo de París, sino que también proporcionará importantes e inmediatos beneficios para la salud.

  • Implementar políticas y acciones de adaptación al cambio climático para la salud y el bienestar de las poblaciones es una inversión de no arrepentimiento que requiere el apoyo de los gobiernos, con compromisos financieros transparentes y una asignación presupuestaria concreta.

“Nuestro informe es el primero en la región sudamericana en presentar indicadores que siguen el impacto del cambio climático sobre la salud en 5 áreas temáticas: Efectos del cambio climático en la salud, adaptación en salud, beneficios sanitarios de la mitigación, economía y contexto político. Nuestros indicadores muestran cómo el cambio climático está provocando graves impactos en la salud en la región, y la importancia de preparación y prevención, acelerar nuestros esfuerzos hacia una transición con cero emisiones de carbono y la necesidad de compromisos financieros para responder a los retos que impone el cambio climático.” –Stella Hartinger, Directora del Centro Regional Lancet Countdown Sudamérica.

“Este informe es una adición valiosa a la familia de Lancet Countdown, que nos ayuda a exponer las inequidades de los impactos del cambio climático en la salud de diferentes poblaciones, y en particular la vulnerabilidad de aquellas en Sudamérica. Pero sobre todo, refleja las oportunidades inmediatas para la salud de las poblaciones en la región a través de una transición global justa a un futuro sostenible y basado en sistemas energéticos limpios y accesibles, forjando un futuro próspero para los más de 420 millones de habitantes de la región.” –Marina Romanello, Directora Ejecutiva del Lancet Countdown.

“La evidencia presentada en este informe demuestra el potencial que ofrece la implementación inmediata de medidas de adaptación y mitigación para salvar vidas en la región. Esta es una gran oportunidad para que los gobiernos pongan la salud en el centro de la respuesta a la crisis climática” –Luciana Blanco-Villafuerte, autora del reporte.

El cambio climático está perjudicando la salud de los sudamericanos, es momento de tomar medidas inmediatas:

En la última década, las poblaciones de todos los países sudamericanos han visto cada vez más afectada su salud por los riesgos climáticos.

  • Olas de calor: 

Las personas más vulnerables, incluidos los niños menores de un año y los adultos mayores de 65 años, se ven desproporcionadamente afectadas por el rápido aumento de las temperaturas. En promedio, los niños menores de un año estuvieron expuestos a 2.35 millones de días-persona más de olas de calor cada año, y los adultos mayores de 65 años a 12.3 millones días-persona más, aumentando el número estimado de muertes en personas mayores de 65 años en casi todos los países. Los países más afectados han sido Brasil, Argentina, Colombia y Venezuela.

“Las olas de calor se han vuelto más frecuentes e intensas, poniendo en peligro la salud y la supervivencia de estos grupos etarios.” – Yasna K. Palmeiro-Silva, autora del reporte.

Las altas temperaturas están limitando la productividad de los trabajadores en SA, con una pérdida potencial de ingresos regionales por el calor en 2021 de 22.000 millones de USD, siendo los sectores de construcción y agricultura los más afectados (68% de las pérdidas totales en la región).

Los incendios forestales también han aumentado en la última década debido a las altas temperaturas y el aumento de sequías, lo que hace más probable la aparición y propagación de éstos, y dificulta los esfuerzos de control. A nivel regional, la exposición a un incendio forestal ha aumentado en nueve de los 12 países, con un incremento medio de siete días anuales por persona.

  • Enfermedades Infecciosas:

El cambio climático afecta a la distribución geográfica de enfermedades infecciosas como el dengue, amentando la probabilidad de brotes epidémicos. La idoneidad climática para la transmisión del dengue alcanzó su nivel más alto en los últimos años, con un aumento del 35.3%.

“El cambio climático está impulsando un aumento en la densidad vectorial del mosquito transmisor del dengue, así como su expansión y distribución, conllevando a la aparición de brotes y epidemias en zonas donde habitualmente no se transmitía esta enfermedad. Es apremiante que los sistemas de salud sudamericanos, particularmente en los países del Cono Sur, fortalezcan sus capacidades para hacerle frente a este desafío” – Andres G. Lescano, autor del reporte.

  • Seguridad alimentaria:

El sector agrícola, crucial para la economía local y la subsistencia de millones de personas, se enfrenta a graves consecuencias debido al cambio climático. Las cambiantes condiciones medioambientales suponen una amenaza para la producción y, en última instancia, para la seguridad alimentaria de la región. La duración media de la temporada de crecimiento de cultivos del trigo de primavera, trigo de invierno, el maíz, la soja y el arroz disminuyó en un 2·5%, 2·2%, 1·6%, 1·3% y 0·4%, respectivamente, resultando en una reducción en la productividad máxima potencial.

Los países sudamericanos deben aumentar su preparación para proteger a la población de los impactos en salud de la crisis climática.

Para proteger la salud de sus poblaciones de los impactos del cambio climático, los países vulnerables como los sudamericanos, deben desarrollar planes y políticas de adaptación adecuados. Intervenciones como la ampliación de los espacios verdes urbanos tiene el potencial de reducir los impactos sanitarios relacionados con el clima y promover la salud y el bienestar. Asimismo, una mejora acelerada en la capacidad y resiliencia del sistema de salud es urgentemente necesaria para hacer frente a la creciente demanda de asistencia sanitaria relacionada a los impactos del cambio climático sobre las poblaciones locales.

“Los sistemas de salud en la región requieren de inversión en infraestructura y servicios básicos que garanticen su operación y funcionalidad, así como la construcción de capacidad en los profesionales en salud, el desarrollo resiliencia ante el cambio climático y el garantizar como derecho humano fundamental, el acceso equitativo y de alta calidad a atención en salud” – Anna Stewart, autora del reporte

Los gobiernos sudamericanos han presentado sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés), pero muchas de éstas carecen de actividades detalladas, indicadores para monitorear el progreso, roles y responsabilidades institucionales y/o un presupuesto adecuado para su implementación. Por lo tanto, los gobiernos deben asignar fondos para proteger la salud de las poblaciones del rápido aumento de los riesgos sanitarios que plantea el cambio climático.

“Los resultados y conclusiones del informe representan el consenso de expertos de múltiples campos e instan a los tomadores de decisiones a implementar medidas inmediatas para evitar más daños a la salud de los sudamericanos. El informe aporta pruebas cruciales para respaldar estrategias de respuesta específicas, destacando la importancia de diseñar planes y políticas de adaptación y mitigación eficaces con base en los datos”. – Marisol Yglesias, autora del reporte

SA debe continuar y acelerar sus esfuerzos hacia una transición con cero emisiones de carbono:

SA es responsable del 6% de las emisiones globales de GEI, sin embargo, nos tenemos que sumar a los esfuerzos de todos los países para continuar reduciéndolas. Las emisiones de SA están relacionadas principalmente con los cambios en el uso del suelo (24%), la agricultura (28%) y la producción de energía (39%). Quedar atrás en la transformación mundial hacia un sistema con cero emisiones netas resultaría en cientos de miles de muertes evitables cada año, y aumentaría la brecha global de inequidades de salud.

La mitigación del cambio climático en el sector agrícola y en el cambio de uso del suelo está vinculado a la conservación del bosque, la cual puede aportar beneficios sanitarios simultáneos e inmediatos a las poblaciones locales para promover dietas más sanas. En SA, el 23% de todas las muertes atribuibles a dietas desequilibradas se han relacionado con un alto consumo de carne roja procesada y productos lácteos.

La quema de combustibles fósiles no sólo contribuye a aumentar las concentraciones de GEI en la atmósfera, sino que también provoca niveles tóxicos de contaminación en el aire que respiran las personas. En SA, la exposición a material particulado 2.5 (PM2.5) en el aire exterior causó 37.000 muertes en la región en 2020. Los países sudamericanos con la mayor tasa de mortalidad atribuible a la exposición a PM2.5 son Chile y Perú, con 230 y 176 muertes por millón.

El cambio a combustibles limpios también puede reducir significativamente la exposición a la contaminación del aire en los hogares y disminuir las desigualdades sanitarias entre las zonas urbanas y rurales. Un 23% de la población rural en SA sigue dependiendo principalmente de combustibles de biomasa para cocinar, exponiéndose a altos niveles de contaminantes atmosféricos dentro de sus hogares.

La descarbonización del transporte terrestre y transición a sistemas de transporte activo o transporte público inclusivo también podría generar importantes beneficios para la salud. Se pueden evitar más de 10,100 muertes atribuibles a la exposición a la contaminación atmosférica por PM2.5 procedente del sector del transporte.

“La descarbonización del sector transporte debe ser una prioridad para los gobiernos sudamericanos. Una transición hacia una movilidad inclusiva y más activa mejorará la calidad del aire de las ciudades, así como el bienestar y los resultados en salud de la población.” –David Rojas-Rueda, autor del reporte

Los países de SA han aumentado el uso per cápita de energía para el transporte terrestre en un 138% entre 1971 y 2019. Concretamente, países como Paraguay, Ecuador, Bolivia y Guyana han triplicado su uso de energía per cápita en el transporte terrestre desde la década de 1970.

A pesar de los daños a la salud que provoca la dependencia de combustibles fósiles en la región, seis países sudamericanos (Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina, Brasil, Chile y Colombia) invirtieron un total neto de 27,900 millones de dólares en subvenciones a los combustibles fósiles en 2021, estimulando así su consumo. Los subsidios netos a los combustibles fósiles de Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina equivalen al 85·6%, 29·2%, 23·5% y 15·4%, respectivamente, de sus presupuestos de salud.

Los países sudamericanos necesitan compromisos financieros serios para responder a los retos que impone el cambio climático

Si bien los gobiernos sudamericanos han presentado su segunda ronda o versiones actualizadas de sus NDC, solo 8 de los 12 países han propuesto NDC revisadas para 2021. Cabe resaltar que el número de menciones de términos relacionados con la salud tuvo un incremento de 130·4% de la primera a la segunda de las NDC. Esto refleja una sensibilización sobre los vínculos entre la salud y el cambio climático, así como la priorización de algunos países en las agendas climáticas nacionales.

Pese a que las NDC son compromisos de alto nivel que consolidan la intención de un país, en algunos casos en la región no se han detallado completamente las actividades, los indicadores para supervisar su progreso, las funciones y responsabilidades institucionales y/o un presupuesto para su aplicación.

El gasto social e infraestructura necesaria para cumplir los objetivos climáticos oscila entre el 7% y el 19% del producto interno bruto (PIB) para 2030 (entre 470,000 y 1,300,000 millones de dólares en 2030), dependiendo de las condiciones iniciales y de los objetivos económicos y sociales propuestos.

“Bajo esta perspectiva, una transición justa hacia un futuro sostenible requerirá fondos económicos suficientes a disposición de los países menos industrializados, incluidos muchos de SA.” – Oscar Melo, autor del reporte.

“La implementación acelerada de medidas de adaptación y mitigación requiere el apoyo de actores y sectores clave de la sociedad, como los responsables políticos, científicos, medios de comunicación y el público en general.” – Bruno Takahashi, autor del reporte.

“Está claro que los sudamericanos deben actuar ya para proteger la salud de sus poblaciones frente a los riesgos sanitarios cada vez mayores que plantea el cambio climático. Los gobiernos deben asignar fondos para proteger la salud de las poblaciones locales y tomar medidas para la transición a cero emisiones de carbono. Al mitigar las emisiones, Sudamérica puede mejorar la calidad del aire, reducir la pobreza energética, reducir las desigualdades en el acceso al transporte y promover estilos de vida más saludables. El momento de actuar es ahora. – Stella Hartinger. Directora LCSA y primera autora del reporte

Para obtener información detallada acerca del proyecto Lancet Countdown Sudamérica y acceder al informe completo, le invitamos a visitar los enlaces siguientes: